¿Estamos en plena era del ‘boom’ de los festivales? ¿O, por el contrario, vivimos una burbuja? Estas dos ideas han copado hasta la saciedad los titulares de artículos en prensa, pero la realidad incontestable es que los festivales gozan en España de una salud inmejorable.
Tanto que no paran de multiplicarse y que se han convertido en un potente atractivo turístico, que tuvo hasta su propia sección monográfica el pasado Fitur, hasta el punto de que a veces lo realmente importante, la música, queda en un segundo plano.
La combinación clima (playas), fidelidad del público y turismo es la terna que hace brillar los más de 800 festivales que llenan España de música. Citas para todos los públicos y paladares que les invitamos a descubrir en esta guía con la que Vocento quiere que encuentre la que se ajusta a su medida. Una apuesta por generar contenido de interés para nuestros lectores más allá de su relación diaria con nuestras cabeceras.
Pero no olvidemos que quedan dos requisitos fundamentales para que los festivales sean, de verdad, la joya de nuestra corona: muchas más mujeres en los carteles, porque solo un 15% de los artistas que actuaron el año pasado en los 20 mayores del país eran o incluían mujeres, según un estudio de Ticketea, y que hagan sector y sean, de verdad, plataformas de lanzamiento (y trabajo digno) para los grupos emergentes. Solo así conseguiremos unos festivales de los que público, promotores, industria, músicos y ciudadanos podamos estar 100% orgullosos. Elegir, eso sí, queda en su mano.